jueves, 16 de agosto de 2012

14 de septiembre de 2009

Querido Javier:

Te escribo esta carta como respuesta a todas tus palabras que tantas veces he releído que que podría decirse, me sé prácticamente de memoria. ahora con toda sinceridad te cuento que a veces no sé muy bien que pensar. Estoy muy confusa y en mi corazón hay una continua batalla entre lo que debo hacer y lo que quiero hacer. Durante este tiempo me he dado cuenta no solo de lo que me quieres sino también de lo mucho que te quiero yo a ti. Eres mi único refugio. Eres mi mayor consuelo. Tengo miedo de perderte porque sé que si te marchas  mi corazón se irá contigo allá donde quiera que vayas. Ahora más que nunca quiero estar contigo, a tu lado. Sentirte junto a mi para ser feliz.

A veces lloro sin motivo recordando nuestro amor porque tal vez tienes razón y a veces te idealizo y te subo a un pedestal tan alto que ni yo puedo subirme. Pero, ¿sabes qué? no me importa, porque eres una persona muy especial para mi y para los demás. Los demás dicen que te he puesto como lo primero en mi vida y dicen que eso es malo. Y mientras me dicen estas cosas yo me paro a pensar y me pregunto que si es que no sabes que el amor no se puede controlar. Quiero encontrarte pronto aquí sentado a mi lado, riendo mi risa y soñando con mis labios, temiendo un futuro en el que estemos separados. Hace ya varios días que tu recuerdo me visita en mi triste soledad. Y entre mis sueños te encuentro constantemente y cuando me acerco a abrazarte te esfumas recordándome que hay algo llamado realidad en la que tú estás tan lejos que me pareces un sueño más. Yo solo te pido que me recuerdes con cariño y que siempre tengas valor de escribir mi nombre junto a un"te quiero".

 No sabes cuanta angustia tristeza y silencio pueden transportar una lágrima. Una lágrima que derramada por ti me alivia de ese fuego que me abrasa la razón que me miente mientras dice que la distancia es por el bien de los dos. tú que a tu manera, me sonríes, me consuelas, me comprendes y me ama. Que me inundas de palabras de dulzura con caricias y con sueños. Tú que fuiste capaz de dar la cara por mi cuando yo de tristeza caí, allí estabas tú para levantarme con tu mirada que me llega tan a dentro. Recuerda siempre que nunca te ataré a mi, que ante todo respeto tu libertad y tus decisiones, siempre me tendrás ahí para apoyarte.

Siempre seré tu niña y tú mi héroe volador. El amor no es un juego de niños, no es fácil. Sin embargo nadie dijo que seria fácil, es más todo dijeron que seria imposible. Yo prometí amarte siempre y yo siempre te amaré. Venga lo que venga, sea lo que sea. Echo de menos tu mano entre mis manos, esa seguridad que me dabas cuando yo me escondía del resto del mundo entre tus brazos. Más hoya quiero gritarle al mundo un simple verso firmado por mi y dedicado a ti:

TE QUIERO, MI VIDA

No hay comentarios:

Publicar un comentario