jueves, 17 de enero de 2013

Like a Skyscraper


Querida Sarah:

Este momento es duro, ¿verdad? Y son estos los primeros días los más difíciles de sobrellevar. Porque en un principio parece que se te cae el mundo a los pies y te hundes y lloras... un poquito, dos minutos. Luego te secas las lágrimas con la manga de la sudadera, levantas la cabeza y sin saber cómo ni por qué sigues caminando hacia delante. Te caíste guerrera, cúrate las heridas y vuelve a la batalla.
La vida no esperará a que estés preparada para volver al frente. Escúchame princesa: El mundo necesita que sonrías para que así todo tenga sentido, para que así todo vaya bien.
Ahora eres más fuerte. Ahora, aquí, en este momento presente eres increíble sin importar lo que piensen los demás. Te pertenece tu hoy, tus palabras y tus decisiones. Sonríe princesa y da las gracias porque se te ha regalado un nuevo día, una nueva oportunidad para ser feliz.
Sin miedo a nada. Haz temblar el mundo. Lucha, pelea, vence… Poco a poco. Sin prisas. Gánate cada día unos pedacitos de la felicidad que te mereces. Y con el tiempo descubrirás que las lágrimas son una pequeña parte de tu armadura contra el dolor; pero tu sonrisa… tu sonrisa es tu arma más poderosa contra el mundo. ¡Rebélate! Di que no te da la gana de rendirte. Queda mucho por sentir, aún tenemos que fabricar millones de recuerdos inolvidables. ¿No somos héroes? ¿No somos un ejército de soñadores, de guerreros empedernidos? Sí, lo somos. Aunque a veces parezcamos un puñado de locos sin remedio.
Yo, que te conozco como nadie, sé que nunca olvidarás tu pasado. Porque la vida te enseñó que no se debe olvidar sino aceptar. Yo, que te conozco como nadie, sé lo duro que es levantarse tras la caída. Pero yo, que te conozco como nadie en este mundo, sé que sientes una necesidad vital de seguir luchando. Porque necesitas encontrar la razón por la cual hoy al igual que ayer tu corazón palpita.
Sí princesa, tu corazón. Tan lleno de dudas, canciones, palabras, deseos y sonrisas ¿Lo sientes? Ahí dentro de tu pecho, dentro de ti. ¿Recuerdas lo que una vez te enseñó la vida sobre tu alocado corazón? Que solamente puede romperse una ve, lo demás son rasguños.
Aquí estamos tus incondicionales para sanarte ese arañado corazón que tanto vale. Llegará un día en el que tú también princesa encuentres el sentido por el que tu corazón sigue latiendo. Mientras tanto…


James Adams

No hay comentarios:

Publicar un comentario