Cambios, todo en la vida son cambios. Movimientos,
decisiones, arranques de coraje. Hoy clamo a una canción olvidada en mi
interior, a los dulces acordes de una vivida experiencia, a la guitarra en el
hombro clavada, a las polvorientas cuerdas de mi bella LIBERTAD.
Hoy suenan para mí.
Que soy mujer, alocada, tímida, a veces sensata. A mí que
ayer lloraba por no saber nada, que veía un muro ante mis ojos. Para mí que hoy
sonrío al entender que ese muro es escalón, que tengo una vida maravillosa
esperando que suba al tren. Ese tren que me llevará tan lejos… me llevará aquí
mismo. Sí, aquí. Pero algo habrá cambiado.
Y es que cada esquina, cada árbol, cada amanecer… lo siento
nuevo, bello y distinto. Lo siento hermoso, lo siento propio. Hoy siento que
esa melancólica luna de enero llena de tristeza, de angustia y de distancia;
hoy brilla hermosa para mí. Cada noche, no estoy sola.
Reír, bailar, cantar, gozar, ser fuerte, tirar pa’lante. No olvidar
nada de lo que dejo atrás, no. Mi pasado me hace ser lo que soy hoy. Pero es
que me he enamorado tanto… de esta vida, de este sol, de cada mañana, de esta
nueva oportunidad para crecer.
No puedo ser más feliz.
Sentir que no dependo de nadie (porque al fin de al cabo, la
dependencia siempre conlleva a una esclavitud). Hoy apuesto por los míos y cada
momento, cada instante voy a dejarme la piel por ellos. Y no por quererlos más son
por quererlos un poquito mejor.
Adiós miedo, querido compañero: Hoy quiero pasear sin ti. Quiero
acariciar el aire, la alegría de mi gente, quiero ver en su mirada todo lo que
valen. Quiero ver valor, constancia, fortaleza. Adiós amigo, adiós. Adiós temblor,
adiós lágrimas. Por hoy ya habéis gobernado bastante la distancia entre mi
corazón y mi cabeza.
Pero os lo ruego, volved.
Vuelve miedo, vuelve para que tema perder a quien quiero. Y eso
me haga mejor, me haga pedir perdón, hacerme chiquitita y ser humilde.
Vuelve temblor, vuelve con un nuevo beso, con la ilusión de
un nuevo comienzo. Saca a bailar a mi querida Ilusión.
Volved lágrimas preciosas, volved a emocionarme, a hacerme
suspirar, a sentirme orgullosa de mis personas. De mi vida.
Volved, volved, sois parte de mi misma. Pero hoy no. Hoy está el mar tibio
y sereno. Hoy la lluvia cicatriza heridas, hoy el juego funde el hielo de un
corazón helado y atormentado. Qué sonrisa tan bonita tiene hoy el espejo. Soy
yo, que soy mujer, alocada, tímida, a veces sensata. Yo que no me imposta el
qué dirán, yo que no le debo nada a nadie.
Yo que me he enamorado tanto… de mi bella LIBERTAD
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