domingo, 4 de agosto de 2013

Some nigths

Una vez soñé con un jardín idílico. Árboles, flores y un radiante sol. Y en un columpio que colgaba de una rama, una niña triste. Esa niña era yo o era un reflejo de mi misma. De pronto vi una figura vestida de blanco que se acercaba a mi con pasos elegantes y suaves, apenas rozaba el suelo.
Levanté la vista y lo miré intrigada.
-¿Quién eres?- pregunté.
Aquel chico rubio no me contestó. Simplemente se quedó allí de pie junto a mi.
Al rato insistí.
-¿Quién eres?
Únicamente su presencia me transmitía una profunda seguridad. Me tendió la mano sin decir nada. Dudé unos instantes y luego la sujeté con fuerza. Y así de la mano me hizo atravesar el jardín y me hizo salir de aquella profunda tristeza que me inundaba.
Ha pasado mucho tiempo desde aquella noche y desde aquel sueño. He soñado muchas otras veces con él y sin embargo nunca he hallado respuesta a cuál es su nombre. Lo llamé "mi Ángel blanco". Aquella primera vez que soñé con él era una niña pequeña y aunque ahora he crecido, a veces cuando tengo miedo cierro con fuerza el puño e imagino que está aquí conmigo. Es algo a lo que me acostumbrado, a buscarlo cuando estoy perdida.
Ahora tengo otros ángeles que me cuidan y me guían. Pero nunca olvidaré aquel sueño porque él fue mi primer héroe volador. Y a mi que siempre me ha gustado saber por qué pasan las cosas, que siempre estoy buscando una respuesta a tantas preguntas... ese sueño me enseñó que a veces no hace falta una respuesta simplemente un poquito de valor, un poquito de fe para llegar a encontrarte; en definitiva para llegar a ser feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario