viernes, 23 de agosto de 2013

Carry On

Me veo incapaz de afrontar este Septiembre. Este mes que para mí siempre ha sido mi alegría y mi ilusión ahora se acerca como una ráfaga de viento ante un débil junco. No lo niego, tengo miedo. Y estos días que deberían ser para mí un suspiro se están convirtiendo en un infierno sin salida. Me derrumbo. Y a pesar de todo, aquí estoy, en primera linea de batalla con mi escudo y mi espada. Por que aunque el junco se doble, siempre sigue en pie.

Adoro esa parte de mi que no le da la gana de rendirse ante nada. 

Aunque a veces me revele y reniegue de mi misma, de mi historia y mis palabras; me conozco más que nadie. Sé que a veces necesito caerme, necesito gritar, llorar un poquito, derrumbarme de alguna manera. Necesito verlo todo negro en ocasiones hasta el extremo de despreciar mi vida y permitirme pensar: "Sería tan fácil acabar con esto de una vez y para siempre." Lo reconozco, paso días escondiendo pensamientos psicópatas en gesto forzados de amabilidad. Pero ¿sabéis por qué? Porque luego me levanto más fuerte, más alto, con un valor increíble y a la vez inexplicable. Necesito empezar de cero y caminar lento pero asegurando el paso.

Hay veces en las que intento hacer las cosas bien y me salen mal. Y me frustro y me agobio y creo un circulo vicioso que me mata lentamente. Y al final las lágrimas me ayudan, me recuerdan que sigo aquí, que estoy viva. Que existe una razón por la que este estúpido corazón sigue latiendo. ¿Instinto de supervivencia? Tal vez... Pero esa bomba estaba allí y no explotó. Podría estar muerta y no lo estoy. Estoy aquí, para lo bueno y lo malo. No puedo rendirme. Resistiré.

martes, 20 de agosto de 2013

Just He

Cómo desearía que en esta soledad vinieras por detrás y me abrazaras. Hoy y ahora. En este día precioso con este sol tras los pinos, con este cielo azul que se va oscureciendo con cada minuto, con este estridente silencio. Te echo mucho de menos campeón. Me encantaría decirte que soy fuerte y que llevo esta larga espera con alegría inagotable. Pero a veces me cuesta mucho, se me hacen montañas de granos de arena. Y los días en los que ni yo misma me soporto y me siento un fracaso como persona, me cuesta tanto entender por qué sigues aquí. Por qué sigues esperando por mí. Por qué crees en mi cuando yo he arrojado la toalla. Por qué me invitas a sonreír cuando yo doy mi sonrisa por perdida. Pero es lo que te toca como príncipe, salvar a la princesa que aunque no se hija de reyes, ni tenga un castillo; aunque no sea perfecta y sea una pequeña ingenua… este desastre de princesa te quiere mucho.

Recuerdo con mucho cariño aquellos primeros meses, mis dudas y mis miedos. Pero sobre todo guardo con cariño esos momentos felices a tu lado porque me hacen más fuerte y me confirman que esta espera merece la pena. Alguien me dijo hace poco que cuando quieres algo con todas tus fuerzas y pones todo lo que está en tu mano para conseguirlo, lo acabas obteniendo.

Quiero que me tengas como un apoyo cuando te sientas triste porque yo también mataría por tu sonrisa. No lo olvides nunca. Me encanta descubrir cómo mi cabeza quiere madurar intentando encontrarle un sentido a todo mientras mi corazón se adhiere a aquello que ama y lo hace propio y te recuerda cuando no estás. En cada palabra de amor, en cada canción, incluso en este silencio te nombra sin querer.


Aquí me tienes escribiéndote palabras que aspiran a ser la entrada más bonita del mundo, creo que ya he renunciado a tan alto deseo. Me conformo con que te saque una sonrisa, con que te guste releerla y pensar un poquito en mí. Y por si no te lo he dicho eres increíble y `perdona si a veces no soy consciente de la suerte que tengo de tenerte. Gracias por haber llegado un día y haberlo puesto todo del revés. Gracias por hacerme tan feliz. Gracias por existir.

domingo, 4 de agosto de 2013

One year ago

Ocurrió un día de verano como casi todo en esta vida. No sé qué fue lo que me impulsó a subir aquellos tres escalones ni habría podido imaginarme las consecuencias que tendría. Pero hoy, un año después, sonrío recordando ese momento. Porque ese fue el inicio, el primer capítulo de lo que para mi es la historia más bonita del mundo.

Some nigths

Una vez soñé con un jardín idílico. Árboles, flores y un radiante sol. Y en un columpio que colgaba de una rama, una niña triste. Esa niña era yo o era un reflejo de mi misma. De pronto vi una figura vestida de blanco que se acercaba a mi con pasos elegantes y suaves, apenas rozaba el suelo.
Levanté la vista y lo miré intrigada.
-¿Quién eres?- pregunté.
Aquel chico rubio no me contestó. Simplemente se quedó allí de pie junto a mi.
Al rato insistí.
-¿Quién eres?
Únicamente su presencia me transmitía una profunda seguridad. Me tendió la mano sin decir nada. Dudé unos instantes y luego la sujeté con fuerza. Y así de la mano me hizo atravesar el jardín y me hizo salir de aquella profunda tristeza que me inundaba.
Ha pasado mucho tiempo desde aquella noche y desde aquel sueño. He soñado muchas otras veces con él y sin embargo nunca he hallado respuesta a cuál es su nombre. Lo llamé "mi Ángel blanco". Aquella primera vez que soñé con él era una niña pequeña y aunque ahora he crecido, a veces cuando tengo miedo cierro con fuerza el puño e imagino que está aquí conmigo. Es algo a lo que me acostumbrado, a buscarlo cuando estoy perdida.
Ahora tengo otros ángeles que me cuidan y me guían. Pero nunca olvidaré aquel sueño porque él fue mi primer héroe volador. Y a mi que siempre me ha gustado saber por qué pasan las cosas, que siempre estoy buscando una respuesta a tantas preguntas... ese sueño me enseñó que a veces no hace falta una respuesta simplemente un poquito de valor, un poquito de fe para llegar a encontrarte; en definitiva para llegar a ser feliz.