domingo, 21 de julio de 2013

21 songs I love

1. I wanna grow old with you- Westlife
http://www.youtube.com/watch?v=JdTrBkrjG4k

2. It's my life- Bon Jovi
http://www.youtube.com/watch?v=vx2u5uUu3DE

3. Stay- Mayday Parade
http://www.youtube.com/watch?v=CAfNjdcgp4E

4. This time- Jonathan Rhys Meyers
http://www.youtube.com/watch?v=Dd3X9SsrPPM

5. El último día- Maldita Nerea
http://www.youtube.com/watch?v=VJomEB7DQ2Y

6. It's a beautifull day- Michael Bublé
http://www.youtube.com/watch?v=5QYxuGQMCuU

7. Autofotos- Melendi
http://www.youtube.com/watch?v=yH9ISGMtVPs

8. I'd hate to be you when people find out what this song is about- Mayday Parade
http://www.youtube.com/watch?v=vCzjixw9qLo

9. Let it be- The Beatles
http://www.youtube.com/watch?v=ajCYQL8ouqw

10. Gracias- Despistaos
http://www.youtube.com/watch?v=gynCKCo5VEk

11. Amor clandestino- Maná
http://www.youtube.com/watch?v=jiNyrMj8-o0

12. Anywhere but here- Mayday Parade
http://www.youtube.com/watch?v=vXNkRpw_YVg

13. I'm yours- Jason Mraz
http://www.youtube.com/watch?v=EkHTsc9PU2A

14. Buscando el sol- El Pescao
http://www.youtube.com/watch?v=K7ugiuXP_ao

15. Lady Madrid- Pereza
http://www.youtube.com/watch?v=q1rTjTUZjCo

16. 1, 2, 3, 4- Plain White t's
http://www.youtube.com/watch?v=m6pW_q1PvH0

17. I don't wanna miss a thing- Aerosmith
http://www.youtube.com/watch?v=Vo_0UXRY_rY

18. She's a Rainbow- Rolling Stones
http://www.youtube.com/watch?v=zphAHMPtu4g

19. Tu jardín con enanitos- Melendi
http://www.youtube.com/watch?v=v3-9eDFDAFw

20. Hey there Delilah!- Plain white t's
http://www.youtube.com/watch?v=EbJtYqBYCV8

21. Mi héroe volador- Da Igual
http://www.youtube.com/watch?v=bRbjZdCuR_U

domingo, 14 de julio de 2013

Honestidad brutal

Seamos sinceros. Como somos cuando ya no queda nada que perder. Seamos coherentes. Como somos cuando intentamos aparentar una madurez que no nos corresponde. No sabemos el día ni la hora. Solo sabemos que llegará un momento en el que ya no estemos aquí.
Porque, desgraciadamente, estamos acostumbrados a tenernos. Nos gusta decirnos “hasta luego”. Pero ¿quién nos da la certeza de que nos volveremos a ver? Hoy cuando los he mirado y he visto sus sonrisas. A ellos dos que son lo más importante de mi vida. Y he pensado “sin vosotros, yo no puedo”. Estamos acostumbrados a vernos; mucho o poco pero a vernos al fin de al cabo. Y a decir mil cosas sin decirnos nada, a mirar al frente y a callar el alma. Tenemos esa mala costumbre de quedarnos en la rutina. Y en verdad solo nos hacemos daño.

Cada vez que callamos una verdad, un reproche, un sentimiento… Cada vez que reprimimos todo eso morimos un poquito y lo sabemos. Nadie me asegura que ese “hasta mañana” será real. Nadie me asegura que estarás ahí. Nadie te asegura que estaré allí. Y yo he intentado ser fuerte. Hoy he sido yo la que ha dicho aquello de: “seamos positivos, no es un adiós para siempre”. Pero cuando me alejaba mirando hacia atrás de vez en cuando me he sentido tan perdida e incompleta. Porque dentro de mi ingenuidad siempre tendré mis momentos de honestidad brutal conmigo  misma. Porque si se me ha regalado un día lo utilizaré para daros las gracias por existir. Porque no quiero que lo único que quede sea aquel verso de Bécquer “Yo digo aún: ¿por qué callé aquel día?/ y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?”

viernes, 12 de julio de 2013

Dreams... by Walt Disney



Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar... 
decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. 
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui., Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. 





Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. 

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien «Amigo». 







Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, 

«el amor es una filosofía de vida». Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. 
Aquel día decidí cambiar tantas cosas... Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad. Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.



Libero

Aquí os dejo un pequeño adelanto de mi libro para todos aquellos que me tacháis de egoísta y me echáis en cara, no sin falta de razón, que tengo mi blog abandonado. Espero que os guste. 

Faltaban apenas cuatro horas para el segundo ataque. Todo dependía de aquel combate. Se podía respirar la tensión en el cuartel general cuando Savien entró. Los hermanos Narow  y el general Rynet discutían los detalles moviendo tropas de un lado al otro de un plano subterráneo del Nucleus.
El general Rynet intentó levantarse cuando Savien se cuadró ante él pero sus ayudantes se lo impidieron. Con un gran gesto de dolor, Eduard Rynet se dejó caer en aquel molesto aparato.
-Acompáñame muchacho. –Movió la silla de ruedas hacia un lugar más apartado para poder hablar con intimidad.
Savien mostraba un estado lamentable y lo sabía. Lleno de heridas, sudor, sangre y barro; ni siquiera había tenido tiempo para ir a la enfermería. Nada más llegar de Élodin fue a presentarse a su superior. Era lo que le habían enseñado en la élite. Eduard lo observó en silencio, se quitó las gafas y comenzó a limpiarlas despacio.
-Savien. No voy a participar en el ataque.
El rostro del muchacho contenía sorpresa e incomprensión.
-Pero señor, sin usted al mando…
-Mis médicos me lo prohíben. Créeme, he hecho lo imposible pero tres costillas y una pierna rota no son buenas armas en el campo de batalla.
Savien miraba al suelo temiendo escuchar las siguientes palabras de su general.
-Solo te pido que la protejas.
Era verdad. Aquello que tanto había intentado evitar era cierto. Y por primera vez en su vida sintió verdadero  miedo. Miedo a perderla para siempre.
-Déjeme ir en su lugar.
-No podemos prescindir de ti en las patrullas.
-Sí pueden.
-Savien, tú no lo entiendes.
-¡Soy un miembro de la élite! -Levantó la voz inconscientemente. –Estoy perfectamente capacitado para…
-No se trata de eso muchacho. Tú eres mucho más que un miembro de la élite. Eres un soldado, eres un rebelde y sobre todo eres como un hijo para mí. –Suspiró con cansancio y resignación. - Pero según la ley, y tú lo sabes mejor que nadie, el mando de un ejército solo puede ser relevado en un hijo de sangre. Y en este caso, una hija.



Su melena castaña bailaba con el viento del oeste. Las manos firmes, los puños cerrados. La cabeza alta, la mirada azul tan valiente y a la vez tan dulce.
-¿En qué piensas? -Savien a su lado con los brazos cruzados miraba el mismo punto perdido en el horizonte. Su frente marcada de sangre seca, las luxers descargadas todavía colgando de su cinturón.  Delilah lo miró con asombrosa tranquilidad. Su labio inferior ya no sangraba. Savien arqueó las cejas- ¿Qué te preocupa?
Ella suspiró.
-Es complicado de explicar.
-Tengo todo el tiempo del mundo para ti.
Delilah dudó unos segundos, respiró hondo y señaló el atardecer.
-Imagina que vas por un camino y al final ves una luz maravillosa, fuerte, mágica que te atrae. Mientras vas acercándote a ella empiezas a dudar y a convencerte de que esa luz maravillosa no existe, que lo que ves es simplemente una bombilla prácticamente fundida. Aún no lo sabes, simplemente lo sospechas. Pero el miedo a la desilusión te impide avanzar…- Su voz se quebró antes de terminar. Era demasiado orgullosa para llorar delante de nadie y mucho menos de Savien. Él lo sabía. Pero la presión, la falta de sueño y el dolor la vencieron.
Sin decir nada Savien la abrazó. Dejó que Delilah llorara en su pecho. La rodeó con sus brazos aún entumecidos pero el contacto con la piel suave de la chica lo reconfortaba. Lo que habría dado por sacarla de ese infierno. Daría su vida para que ella sobreviviera a las próximas veinticuatro horas. Sin separarse Savien le susurró al oído.
-Ahora imagina que el camino está oscuro; que esa luz, sea una refulgente estrella o una minúscula bombilla es lo único que tienes. Nunca lo sabrás si no tienes el valor de acercarte. El valor de arriesgar, solo así se tiene la posibilidad de ganar.
Delilah asintió despacio mientras Savien le acariciaba el pelo.

-Ahora imagina- siguió diciendo el chico.- Imagina que no vas sola. Imagíname a tu lado protegiéndote, guiando cada paso que vas dando. Te prometo estar allí. Te lo prometo.