domingo, 5 de mayo de 2013

What if it's love?


Querido Javier
Han pasado muchas cosas desde la última vez que te escribí. Dicen que he crecido un par de centímetros, que me he hecho más mujer. Dicen que me empiezo a preocupar por mi futuro, que ahora no me gusta la lluvia y que cada día estoy un poquito más loca.
Pero ¿qué puedo contarte? ¿Qué puedo decirte que tú no sepas ya? Tú, que me conoces como nadie sabes de lo que quiero hablarte. De eso que ocupa mi cabeza día tras día y noche tras noche. Él
Simplemente Él.
Han pasado ya varios meses y aquí sigue entre mi corazón, mi cabeza y mi sonrisa. No está como el primer día, no. Está más real. Y cada día en contra de lo que piensan absolutamente todos los que me rodean me pregunto a mi misma: aquí y ahora, en este instante que es lo único que tienes ¿Lo quieres? ¿Y sabes qué Javier? Que digo Sí, un “sí” firme sin pestañear.
No puedes ni imaginarte Javi lo que es tener a la persona que más te importa del mundo a apenas diez metros y no poder gritar que lo quieres. Que lo quieres como muy lejos a diez centímetros de ti.
Que no, que no nos parecemos en nada. Que somos como polos opuestos pero estamos unidos por un mismo imán. Él es para mí indispensable. Lo sé. Lo siento aquí muy a dentro. Que he intentado imaginarme una vida sin él y no puedo.
Mira, estoy rodeada de personas que me dicen constantemente que lo olvide que es lo mejor. Y cada vez que me dicen eso aunque ellos no lo saben me matan un poquito. Y yo con una triste sonrisa les pregunto si puede olvidarse el ser humano de respirar o si puede uno negarse a que el corazón siga latiendo.
Que sí. Que sí quiero. Quiero aguantar para poder salir un día cogidos de la mano sin que nadie se oponga ni nadie impida. Quiero esperar para poder abrazarlo en total libertad. Quiero esperar por sus ojos marrones que me encantan, por su sonrisa… en definitiva quiero esperar por esa persona de la que estoy enamorada hasta los topes.
Que yo también mataría por su sonrisa. Que me da igual absolutamente todo lo que digan los demás. Solo quiero estar con Él. Hace ya tiempo que las palabras se me quedaron pequeñas. Pero es lo único que tengo, palabras. Todo lo que soy se lo llevó él. Pero estas palabras me bastan y me sobran  si él me dice que al leerlas me ha querido un poquito aunque sea un poquito como lo quiero yo a él.
Lo siento por este ataque de egocentrismo hacia mi propio ombligo Javier pero no me lo podía callar. Buenas noches mi pequeño filósofo. Hasta que el corazón lo decida.
MARÍA

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