Pero llegó él.
Que me enamoró poco a poco. Con infinita paciencia y sin yo saber cómo ni cuando empece a pensarlo en cada minuto de mi día, en cada instante de mi vida. Me devolvió esas palabras perdidas que se me habían ahogado en mares de problemas. Y me dio un motivo por el cual yo sentí renacer dentro de mi esa necesidad, ese "merece la pena intentarlo.." Pero luego a la hora de escribir no sabía qué escribir. No porque no tuviera nada que decir, sino porque no sabia expresar con palabras lo que sentía. Se me quedaron pequeñas las palabras.
Entonces... ¿Qué es él para mi? Es una persona increíble que me lo ha demostrado todo, me lo ha perdonado todo... Me ha hecho tan grande. Él no lo sabe pero cada vez que me dice que me quiere me derrito. Y claro que podría decir muchas cosas ... y las digo, pero él siempre gana. Porque me desarma por completo. Se me hace tan eterno el tiempo que pasa cuando no estoy a su lado. Cada tontería cada sonrisa, cada gesto suyo queda grabado en mi mente a fuego. Pero su "te quiero" me supera. Todos los días me despierto pensando en lo que me gustaría poder abrazarlo y decirle: "no te vayas..."
Me llaman, loca, tonta, bipolar, enamorada... y a mi es que me da igual. ¿Qué más me da lo que digan? Si me hace la persona más feliz del mundo... ¡Qué me importa a mi ser bipolar, tonta o loca! Si yo lo quiero.